Soy como la fruta
en la copa del árbol
inalcanzable, madura y solitaria
disfrutando del canto de las aves
refrescándose con el rocío
de cada amanecer
recibiendo el amor
que de vez en cuando
llega con el viento
Y así feliz y en silencio
espero quieta la caída inevitable
por el paso del tiempo
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